El debut en Diabetes 2 es la culminación del sobreesfuerzo de nuestro cuerpo para que nuestras células produzcan la energía suficiente de forma eficiente. Durante todo este periodo de tiempo se ha producido una pérdida de la capacidad celular de captar la glucosa sanguínea, y en consecuencia una hiperglicemia en sangre (exceso de glucosa sanguínea) de forma continuada. En un primer momento, esta hiperglicemia es compensada por el páncreas con una mayor producción de insulina, cuando el páncreas claudique, debutaremos en diabetes mellitus 2.

En este artículo quiero poner atención en los beneficios de realizar entrenamiento planificado de fuerza en el control de esta patología. 

Para ello, me basaré en la siguiente revision sistemática “Resistance Exercise Intensity is Correlated with Attenuation of HbA1c and Insulin in Patients with Type 2 Diabetes: A Systematic Review”. En el que comparan la mejoras en los parámetros de control de la diabetes en función de si el entrenamiento de fuerza es realizado con intensidades moderadas o altas.

Diagnóstico en diabetes mellitus del tipo 2:

Una persona será diagnosticada diabética cuando en la analítica nos encontremos con la hemoglobina glicosilada (HbA1c) superior al 6,4% y a su vez la glucosa basal esté por encima de 126mg/dL. 

Diabetes y función muscular:

La diabetes va ligada a la sarcopenia, es decir a la pérdida de función y cantidad de masa muscular, pero a su vez, la sarcopenia es un potenciador directo del aumento de la pérdida de sensibilidad a la insulina, por lo tanto, más riesgo de padecer diabetes.

Parámetros analíticos de control y seguimiento:

Ahora sí, entraré en detalle en los aspectos más destacados que aporta la revisión de la revista Environmental research and Public Health.

La hemoglobina glicosilada (HbA1c):

Es el valor determinante para valorar si una persona es considerada diabética del tipo 2 o no, ya que la HbA1c es clave en el pronóstico de riesgo de complicaciones de la diabetes mellitus 2 y mortalidad.

Según nos informa esta revisión sistemática, reducir un 1% el valor de la HbA1c reduce un 14% las posibilidades de sufrir problemas de miocardio, y un 21% de muertes a causa de complicaciones derivadas de la diabetes.

Mejora de la sensibilidad a la insulina:

Para mejorar la sensibilidad a la insulina debemos tener en cuenta estos tres aspectos clave, y que en la diabetes se ven siempre alterados.

A) Función muscular:

Como ya he comentado en algún otro artículo, cerca del 80% de la limpieza de la glucosa sanguínea proveniente de la alimentación es responsabilidad del tejido músculo-esquelético, por lo tanto, es evidente que si el músculo no es eficiente captando la insulina, se producirá un incremento mantenido de la glucosa sanguínea (hiperglicemia).

B) Estado pro-oxidativo:

La hiperglicemia permanente, como veremos más adelante, comporta un exceso de estrés oxidativo, AGE’s e inflamación crónica de bajo grado, es decir, una perpetua activación del sistema inmune para tratar de resolver algo que no logra resolver.

C) Descontrol del tejido graso:

Otro aspecto a tener en cuenta, es la alteración en el control del tejido graso. La hiperglicemia y la hiperinsulinemia compensatoria, aumenta de forma descontrolada el número de células de grasa y el tamaño de las ya existentes, a la vez que se ve frenada la capacidad del organismo de usar la grasa como combustible, por este motivo, la diabetes del tipo 2 está asociado, aunque no siempre es así, a personas con sobrepeso y/o obesidad.

A su vez, el incremento descontrolado de grasa, sobre todo abdominal y visceral, es un foco de activación inflamatoria que tendrá en acción el sistema inmune de manera continuada, ya que el foco no remite. 

El entrenamiento de fuerza en los parámetro de control de la diabetes 2:

En esta serie de dos artículos me centraré en las bondades del entrenamiento de fuerza en la mejora del control de la diabetes del tipo 2, pero cabe destacar, que antes de elegir un entrenamiento aeróbico o de fuerza, lo importante es hacer ejercicio físico. Que sea planificado, regular y que genere adhesión a él.

Hablando exclusivamente de lo que sucede con el entrenamiento de fuerza, con una buena planificación de este tipo de ejercicio físico observamos un incremento de masa muscular, esto implica que haya más opciones a nivel muscular de fijar la insulina y limpiar la glucosa sanguínea.
El aumento de la masa muscular, va íntimamente ligado con el aumento de la función mitocondrial del músculo y por lo tanto mejora la eficiencia energética de las células musculares, es decir, mejor captación y utilización de la glucosa.

Hasta aquí es esta primera parte en la que me he centrado en qué solemos encontrar alterado en las personas diabéticas y que debería ser nuestro principal objetivo de mejora con el entrenamiento de fuerza. En el próximo artículo desarrollaré cómo el entrenamiento de fuerza provoca cambios en estos aspectos determinantes y cómo podríamos plantarnos un plan de entrenamiento de fuerza en diabéticos.

Iván Gonzalo Martínez
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
CEO de Elements SystemTM e Indoor TriathlonTM 

Etiquetas:
0 veces compartido