El movimiento es esencial para la vida. Cuando algo es capaz de moverse se asume que esta vivo. El movimiento externo depende de la musculatura esquelética mientras que el movimiento interno depende del la musculatura lisa y cardiaca. El termino “actividad física” es simplemente otra forma de describir el movimiento externo ya que depende de la musculatura esquelética.

Lo que se conoce como “la triada femenina” consiste de tres patologías distintas, pero íntimamente asociadas, que se manifiestan en aquellas mujeres que practican deportes de gran resistencia física. Las tres patologías de tal triada son las siguientes: 1.- desnutrición (desorden alimentario); 2.- amenorrea (desorden del ciclo menstrual), y 3.- osteoporosis (perdida de la densidad y masa ósea).

La triada suele presentarse en mujeres delgadas y con bajo peso corporal que intervienen en eventos tipo maratón, ballet clásico, distintas modalidades de baile, gimnasia deportiva o artística, y remo. Estos deportes tienen en común dos condiciones físicas que les permite rendir mas y mejor: 1.- delgadez corporal; y 2.- bajo peso.  

La triada, además, posee un patrón fisiológico que consta de cuatro eventos sucesivos (circulares) que se producen “en cascada uno detrás del otro,” donde el anterior es causa directa del siguiente. Tal circularidad fisiológica desencadena los eventos bioquímicos y fisiológicos, así como los síntomas clínicos: 1.- una dieta pobre en calorías, desordenada, y mal estructurada; 2.- una actividad física intensa, prolongada, mal periodizada, y con poco o ningún descanso; 3.- la creación de un balance energético negativo que requiere mas energía de la que se consume con los alimentos; y 4.- importantes cambios en los niveles sanguíneos de varias hormonas femeninas. 

Para mantenerse delgadas y con un bajo peso corporal, algunas mujeres combinan una insuficiente ingesta calórica con un excesivo gasto calórico con pocos o nulos periodos de descanso y recuperación. Tal combinación no solo es metabolicamente inviable sino que también es capaz de inducir alteraraciones en el ciclo menstrual y conducir a la osteoporosis. Aquellas mujeres que compiten en maratones, media maratones, triatlón, gimnasia deportiva y artística, ballet clásico, y remo suelen ser las mas afectadas.

Niveles reducidos de insulina (hormona hipoglucemiante) y niveles aumentados de glucocorticoides (cortisol), catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), y hormona de crecimiento (STH) estimulan la movilización de los ácidos grasos almacenados en las células grasas. Tales cambios producen una reducción de la masa grasa y muscular y, en consecuencia, también una importante reducción del peso corporal. A lo largo del proceso el tejido adiposo disminuye la secreción de leptinas y citocinas. Las leptinas inhiben el apetito cuando la cantidad de grasa en los adipocitos aumenta, y viceversa; mientras que las citocinas son proteínas que regulan las funciones de las células que las producen sobre otras células.

El desequilibrio anteriormente mencionado reduce la secreción hipotalámica de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). Esta hormona actúa sobre la adenohipófisis controlando la síntesis y la secreción de dos hormonas que controlan el ciclo menstrual: 1.- luteinizante (LH); y 2.- foliculoestimulante (FSH). La LH y la FSH, a su ves, estimulan al ovario para que forme progesterona y estrógeno respectivamente, dos hormonas que controlan los cambios en el endometrio uterino a lo largo del ciclo menstrual.

La disminución en sangre de estas dos ultimas hormonas provocara alteraciones menstruales que incluso pueden llegar a la amenorrea (ausencia total de menstruación). La disminución del estrógeno estimula la actividad de los osteoclastos que degradan la matriz ósea y liberan fosfato cálcico. Todo este complejo proceso eventualmente conduce a la mujer hacia una osteoporosis con disminución de la densidad y estructura ósea, y aumentando la posibilidad de sufrir fracturas.

La mala noticia es que una vez que la cascada de la tríada femenina se ha puesto en marcha y desarrollado, resulta sumamente difícil detenerla e implementar un tratamiento adecuado. El tratamiento inicial consiste en restaurar el balance energético simultáneamente incrementando la ingesta de calorías y disminuyendo el excesivo gasto energético vía actividad física. No obstante, tales cambios suelen crear serios problemas en la rutina diaria (o ritual) de la deportista ya que esta suele estar obsesivamente acostumbrada a ingestas irregulares e insuficientes, así como a un exceso en la intensidad y el volumen de su actividad física.

Hace solo pocos años que la medicina logro identificar y dilucidar los eventos que componen la triada femenina. La causa principal ha sido un fallo en considerar que las mujeres, a igual que los hombres, son capaces de participar en eventos deportivos de elevada exigencia fisiológica.

En resumen, y para mantenerse delgadas y con un bajo peso corporal, algunas mujeres combinan una insuficiente ingesta calórica con un excesivo gasto calórico con pocos o nulos periodos de descanso y recuperación. Tal combinación no solo es metabolicamente inviable sino que también es capaz de inducir alteraraciones en el ciclo menstrual y conducir a la osteoporosis. Aquellas mujeres que compiten en maratones, media maratones, triatlón, gimnasia deportiva y artística, ballet clásico, y remo suelen ser las mas afectadas.

Si el proceso no es detenido a tiempo, este puede culminar en dos trastornos adicionales de muy difícil y complejo tratamiento: 1.- anorexia nervosa; y 2.- bulimia. Es mas, el estrés físico y mental crónico que sufren estas deportistas puede ser causa de serias alteraciones a nivel hipotalámico.

Guillermo Laich

Director médico Centro Médico de las Rozas. Especialista en Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (MIR). Profesor de Patología Medica y Quirúrgica.

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